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Pablo Mendoza, nuevo académico del Departamento de Ingeniería Civil

Entrevista a Pablo Mendoza, nuevo académico DIC

El académico incorporado recientemente al Departamento de Ingeniería Civil, realizó su pregrado como Ingeniero Civil en la Universidad de Chile y Magíster en Ciencias de la Ingeniería, mención Recursos y Ambiente Hídrico, en la misma Casa de Estudios. 

¿Qué lo motiva a ingresar como académico al DIC?

Fue un proceso que se dio de manera gradual. Volví a Chile el año pasado (2017) luego se cursar mi Doctorado y trabajar por dos años como investigador postdoctoral en NCAR (National Center for Atmospheric Research). Estuve en total cinco años y medio fuera del país. Realicé mis estudios en la Universidad de Colorado en Boulder y regresé al AMTC (Advanced Mining Technology Center).

La verdad es que nunca me vi trabajando como profesor. Sin embargo,  se fue dando de manera bien natural. La profesora Ximena Vargas fue una de las personas que me introdujo al mundo de la docencia y así fue como en un tiempo estuve trabajando hasta con seis estudiantes.

¿Este trabajo con estudiantes fue crucial a la hora de postular?

Sí, de todas maneras. También me ayudó participar en algunas como co-instructor de Modelación Hidrológica, invitación que fue extendida por la profesora Ximena Vargas. Ella fue súper generosa al dejarme participar de estas instancias, y siempre estuve muy motivado para incorporar cosas nuevas al curso. Así fue como empecé a tomarle el gusto a la docencia, tanto por el trabajo de preparación previa como por las clases.

¿Cuáles son sus principales áreas de investigación?

Mi área de investigación es la Hidrología, que corresponde al estudio del ciclo del agua y su predictibilidad.

En esta línea, he trabajado para reconciliar información de observaciones, por ejemplo, mediciones in situ de variables hidrológicas o meteorológicas  con información proporcionada por modelos numéricos. No hay que perder vista que el interés de modelar el ciclo del agua nace por dos razones: primero para tener una mejor comprensión de los principales almacenamiento y flujos, sobre todo de aquellas variables que no podamos observar; segundo, para predecir qué cantidad de agua se tendrá a distintas escalas espaciotemporales. Por ejemplo, dicha información es de relevancia para operadores de embalses en Chile Central, que particularmente están interesados en volúmenes de deshielo. Por otro lado, los pronósticos de caudales en el corto plazo son indispensables para informar la toma de decisiones en sistemas de alertas de crecidas. Todo esto se complica si agregamos variabilidad y cambios climáticos en la ecuación: ya no podemos desarrollar modelos predictivos ni estimar caudales de diseño bajo el clásico supuesto de estacionariedad (es decir, ignorando tendencias en variables climáticas), lo que también supone un desafío para la formación de futuros profesionales.

¿Cuáles son los principales desafíos personales que asume con este nuevo cargo?

Yo creo que el principal desafío es la docencia. Si bien la investigación es algo que me gusta y acomoda bastante, el tema de hacer clases es donde más espacio tengo para mejorar, pero estoy muy motivado al respecto. He estado asistiendo a talleres para académicos sobre este tema, y ha sido bastante interesante el poder escuchar experiencias de docentes que trabajan en otras disciplinas. 

En lo que concierne al DIC ¿Cuáles cree que son los principales desafíos que tiene el departamento?

A mi parecer un desafío clave es el liderazgo de opinión en los medios. Falta una mayor cultura de difusión y participación en prensa por parte de los académicos, lo que podría mejorar siempre y cuando exista una mayor colaboración y coordinación entre pares.

Otro desafío pendiente es concretar la creación de un programa de Doctorado en Ingeniería Civil. Me parece que dicho espacio es urgente para fortalecer las actividades de investigación del departamento. 

En la misma línea ¿Cuál cree que será su aporte en las líneas de trabajo que se enmarca el DIC?

Me entusiasma tener un rol motivador entre los estudiantes, manteniendo una comunicación fluida con ellos. Por experiencia propia, siempre he pensado que tener académicos y "mentores" con iniciativa te motiva a siempre estar buscando soluciones innovadoras para diversos problemas.

Otro aspecto en el que me gustaría portar es motivar y ayudar a los estudiantes para que publiquen sus trabajos de tesis y proyectos en revistas internacionales, con el fin de fortalecer la vinculación con la comunidad científica.

En otro ámbito, he escuchado quejas de profesionales en relación a brechas de conocimiento entre la academia y la consultoría, pero eso quizás tenga relación con la formación o la práctica ingenieril en general. En mi opinión, un ingeniero egresado de la UChile debiese ser más "busquilla", por ejemplo, ser capaz de investigar soluciones a través de artículos en Google Scholar. Dicho de otro modo, el nexo hacia lo académico puede perfectamente partir de quien se desenvuelve en el mundo de la consultoría, pero para ello hay todo un trabajo de formación de por medio, con el fin de lograr que el/la estudiante sea más proactivo/a a la hora de buscar soluciones. 

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