¿Cuáles son principales impresiones por este reconocimiento?
No me esperaba recibir este premio en el área de docencia y me sentí bastante honrado cuando supe de esta distinción.
¿Qué características personales y profesionales cree que los estudiantes destacan en usted?
Los elementos que yo incluyo en mis cursos están relacionados a tener clases participativas, no sólo por el hecho de realizar preguntas e incentivar la participación de los estudiantes, sino que desafiando a los estudiantes a que piensen antes de yo darles una respuesta según alguna situación y/o problemática presentada. Los cursos que dicto tienen componentes asociados a “la calle” y que analizan lo que ocurre día a día en Santiago. Por ejemplo, tengo un curso que lleva por nombre Transporte Sustentable y Tecnologías Disruptivas, en que hay presente estudiantes de siete especialidades distintas y en donde los contenidos presentados les hace mucho sentido, incluso a aquellos que no son de ingeniería civil, ya que estos contenidos se pueden asimilar a la experiencia diaria de los viajes realizados para movilizarse dentro de la ciudad.
Me gusta que los cursos tengan contenidos actuales, que se discuta de políticas públicas, seguridad vial, transporte público, políticas de anticongestión, uso de la bicicleta, etc., todo ello sumado a la metodología habitual de las clases. Creo que esto ha sido bien valorado, generalmente en las encuestas docentes he obtenido buenos comentarios.
¿Qué otras innovaciones se pueden incluir en docencia?
Siempre se puede innovar en esta área, por ejemplo, el cómo incluir nuevas tecnologías en mis cursos o en cómo hacer mejores actividades de proyectos. Uno de los desafíos está en mejorar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes con proyectos o trabajos de investigación.
En el caso de ingeniería y ciencias ¿hay mayor dificultad para incluir estos cambios?
Hay cursos que son metodológicos, los que están ubicados en los primeros años de plan común de ingeniería. Desde mi punto de vista en los cursos aplicados y de proyectos es donde hay más espacio para innovar, donde al estudiante se le puede dar una mayor responsabilidad de aprendizaje autónomo.
¿Qué otras experiencias docentes ha tenido durante el tiempo?
Hace dos años co-dicto el curso de Desarrollo Urbano y Transporte en el Magíster de Urbanismo de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile. Es interesante, porque son estudiantes con un perfil distinto al de ingeniería, en su mayoría son arquitectos, geógrafos, sociólogos y antropólogos. Me gusta mucho esa experiencia, la interacción con profesionales de distinta formación académica enriquece enormemente el desempeño como docente.
En investigación ¿Cuáles son sus intereses actuales?
Estoy trabajando en tecnologías disruptivas de transporte y cómo esto afecta la forma de movilidad y el comportamiento de las personas. Este tipo de tecnologías se encuentran en constante proceso de evolución, por ello es que todos los años debo actualizar los contenidos de mis cursos.
El caso más conocido de tecnología disruptiva actual son las plataformas tipo Uber, esto provoca cambios en el sistema, los cuales deben ser regulados. Las personas se benefician producto de esta nueva alternativa de movilidad que es ventajosa para sus usuarios, pero también encontramos que ha habido un aumento en el tráfico por Uber, lo que radica por ejemplo en un aumento de la contaminación.
Otras tecnologías de este tipo se asocian a la masificación del uso de autos eléctricos, los cuales aún son demasiado caros en Chile, pero se estima que en los próximos años este valor baje gradualmente. En este punto específicamente, nuestra facultad tiene y tendrá protagonismo en Chile, pues hay varios departamentos que se deben involucrar en investigación para predecir y entender los efectos de los vehículos eléctricos en Chile (Centro de Energía, Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Civil, CR2, Geofísica, etc.), tanto para transporte público como para transporte privado.
Más adelante van a llegar los vehículos autónomos. Estamos empezando a colaborar con colegas de Suiza y Alemania, para estudiar el efecto que tendrá este tipo de tecnología en reducción de costos de transporte, en el comportamiento de los usuarios, en el tráfico y en el consumo de energía por transporte. Cómo se regulan los vehículos autónomos será clave, las investigaciones actuales muestran que el beneficio social depende de que el uso de estos vehículos sea mayoritariamente compartido, y eso no se va a dar solo por el mercado, vamos a necesitar políticas públicas inteligentes que incentiven un transporte sustentable en el futuro.