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Margarita Amaya, ex alumna del área de Ingeniería de Transporte del DIC, es reconocida con el "MSc Transport and City Planning Prize for 2020" en la University College de Londres (UCL).

Ex alumna del DIC, Margarita Amaya, es premiada en la UCL.

Primero que todo ¿Nos puedes contar sobre tus estudios en el departamento de ingeniería civil tanto en el pregrado como postgrado de transporte?

Yo llegué a ingeniería en el año 2005, media "perdida" sin saber que quería estudiar, y llegué a transporte como una forma de ingeniería que me acercaba a las personas. Hice ahí el pregrado el cual terminé en 2010, y el magíster lo terminé en 2013. Trabajé con la profesora Marcela Munizaga, en un equipo más o menos grande de estudiantes y personas externas en el contexto de un extenso proyecto en el que hice mi Tesis, lo que fue una bonita experiencia de cómo entender el transporte público y cómo generar mejores soluciones y también cómo incorporar tecnología al transporte. Eso concluyó con publicar una investigación respecto de lo que yo había hecho un en paper que trabajamos con la profesora Marcela y con Ramón Cruzat, ese fue mi paso por el pregrado y el magíster.

Después de ello, ¿En qué áreas comienza a incursionar profesionalmente?

Comencé a trabajar en City Planning, una de las pocas consultoras que se dedica fuertemente a proyectos de transporte público, bueno está este tema en Chile que el transporte público está mucho en manos de privados, entonces trabajar en esta área implicaba muchas veces trabajar para empresas privadas, pero en general trabajé en proyectos para el Gobierno o relacionados de alguna forma con el Transantiago, fue esa una de las áreas en las que me desarrollé en consultoría en términos profesionales. También trabajamos mucho con Transmilenio, un proyecto que involucró algo que yo había aprendido en mi investigación de postgrado, en términos de incorporar tecnología para planificar mejor transporte, para que también se hiciera en Bogotá, creo que ese fue el otro fuerte de mi trabajo en el mundo privado, pero siempre para proyectos relacionados con el transporte público.

Sobre su reconocimiento en la UCL, nos puede detallar más sobre ello.

Bueno, este Máster tiene un pie en el transporte, pero también tiene un área fuerte en la planificación urbana, tiene una mirada un poco menos matemática de lo que podría ser la ingeniería y un poco más humanista. Este premio es básicamente al estudiante con mejor desempeño general del programa de esa generación, que en este caso corresponde al 2020.

¿Qué investigación desarrolló en este Máster?

Como mi fuerte es transporte, efectivamente tomé algo que estuviese más relacionado con planificación urbana respecto al Máster. Investigué el tema de accesibilidad, particularmente de la caminata, que es un modo sustentable bastante descuidado en la región, lo que hice fue proponer una metodologíá para acortar una brecha super grande entre lo que se hace en la práctica, lo que hacen los planificadores urbanos en distintas partes del mundo, y las cosas que está reportadas por la academia. Lo que sugiere la teoría respecto de la mejor forma de enfrentar estos problemas no se aplica, y esto viene de la falta de información, de que el planificador no tiene información suficiente para enfrentar los problemas con modelos que la evidencia respalda como de calidad teórica superior y termina ocupando modelos y metodologías de baja calidad. Lo que hice fue pensar en acortar esta brecha y trabajé con mi supervisor, Daniel Oviedo, en una metodología que tenía los mismos requerimientos de información que ocupan actualmente los planificadores urbanos, pero que en los resultados preliminares observados da un salto cuantitativo y cualitativo en mejorar los indicadores obtenidos. Este fue el aporte que yo hice proponer una metodología para estimar un indicador de accesibilidad para entregar soporte a los planificadores de cómo tomar decisiones respecto de accesibilidad, usando las herramientas e información que ellos ya disponen, pero con una metodología más robusta en términos teóricos.

En esa línea, ¿cuáles cree que a nivel nacional e internacional son los mayores desafíos que enfrenta el transporte público tanto al corto como al largo plazo?

En ese sentido, en lo que yo pude investigar y ver, claro, la accesibilidad está entendida en un contexto que tiene mucho que ver con que el humano tenga acceso a bienes, es decir, el tema de las mercancías es súper relevante, pero también a servicios, a desarrollarse, a educación. Si tú me preguntas, en el contexto social actual de Chile y de Latinoamérica, de descontento y de protestas, el cual es un tema totalmente contingente y de mayor urgencia, y entender que la accesibilidad es fundamental; se puede brindar la mejor educación, pero eso tiene un contexto espacial y temporal al cual no todos pueden acceder, incluso si logran superar la barrera económica. Y el desafío de la accesibilidad es entender que desde los distintos contextos en los que se encuentra cada persona que habita un país, debería tener acceso a ciertas cosas mínimas, tanto de bienes como de servicio para su desarrollo, yo creo que ahora esto es el foco. Entonces, ¿Cuáles son los desafíos? Yo diría que nos falta mucho en la mirada integradora, que aún estamos viendo los problemas desde una visión muy estrecha de cómo resolver el taco, la congestión, la rapidez por llegar a un lugar, y no entender el problema de una forma más integral. Y creo que el más grande desafío en este momento es la integración, en términos de cómo trabajan los gobiernos y los equipos, porque en una ciudad que es por naturaleza un sistema complejo de problemas, la mirada de un experto por más experto que sea, no es suficiente, entonces cuanto se entiende del problema cuando un equipo que no es multidisciplinario, que sus visiones están en una sola área. Por más expertos que sean, no pueden entregar o resolver integralmente los problemas que demanda en este momento la sociedad. Así que yo creo que el mayor problema está en la integración de los equipos, en la integración de múltiples campos para enfrentar estos problemas de la ciudad y las zonas rurales, que se tienden a resolver de manera muy separada, o por ejemplo, con mesas de trabajo pero en realidad hay muy pocos espacios para integrar todos los problemas y que cada solución, cada vez que el Estado invierte en entregar infraestructuras o proponer algún programa, este esfuerzo esté considerando todas las perspectivas necesarias.

¿Qué competencias o elementos diferenciadores destacas del haber estudiando en el área de ingeniería de transporte en la UCHILE y que fueron de gran aporte para desarrollar estas investigaciones?

Creo que como número uno, imposible no mencionar las habilidades matemáticas, no se me cruzó ni un solo concepto, una sola teoría, un solo sistema de ecuaciones que no fuera capaz de ver y de entender inmediatamente. Las herramientas que entrega la facultad son de primer nivel es mirar un problema nuevo y reconocer de inmediato una estructura de un problema que ya trabajaste, claro cambia una variable, cambia el objetivo final, pero la matemática que está detrás es super avanzada y eso que parece solo matemática trasciende quizás a entender un modelo computacional, que al final también se basa en ecuaciones; entonces saltas a un modelo, explicar un software nuevo y por ciertos patrones y cierta terminología, tu entiendes de inmediato o puedes asociarlo a algo que ya trabajaste, o con alguna herramienta ocupacional que ya usaste, y por lo tanto, la facilidad con la que podemos adquirir esas herramientas o entender los problemas, es mucho más veloz, y eso te deja espacio y tiempo para investigar con más profundidad, o dar más valor desde otro ángulo, porque pasas poco tiempo comprendiendo lo que existe y lo que ya se ha investigado.

Algunas palabras finales sobre este reconocimiento…

Yo creo que una de las cosas que más me gustaría mencionar que incorporé con este máster es la urgencia de entender la crisis climática que es entender que las soluciones que como ingenieros vamos a crear o hemos creado en el pasado y que damos por buenas y eficientes, si dañan el medio ambiente, ya no son aceptables, y tenemos un desafío por crear nuevas soluciones o replantear las soluciones que tenemos y buscar nuevas formas hacer las cosas que hacíamos, pero que ya no es aceptado el daño al medio ambiente, nunca más podemos soltar esa condición; y si no lo empezamos a hacer ahora ya, que ya es tarde, las consecuencias las vamos a pagar nosotros mismos, entonces, el llamado es a que consideremos siempre esta restricción que en la práctica significa crear soluciones o modificar las que existen tenemos que mirar con otros lentes, por ejemplo, olvidarnos de la dependencia de las energía no renovables, buscar nuevas formas de hacer lo que hacíamos, tenemos las capacidades para hacerlo, pero hay que ocupar esa condición como mínimo, ya no es una opción, no es un deseable, es una condición indispensable para cualquier desarrollo a futuro que queramos hacer como ingenieros.  

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